lunes, 1 de abril de 2013

Ojos de porcelana


Tenia 10 años cuando nos mudamos a esa casa, lo recuerdo bien, una gran casa en un pueblo a las afueras de la ciudad. Con mamá nos pasamos horas limpiando lo que seria mi nueva pieza y al llegar al closet vimos que en la parte de arriba había una muñeca de porcelana, tenia un hermoso vestido y unas trenzas a los lados, la única parte horripilante era que no tenia ojos, era c
omo si alguien le hubiera hundido los dedos hasta que se salieron de las cuencas al verla obviamente me asuste pero mamá dijo “no te preocupes cariño, la arreglaremos y veras que quedara hermosa!” asentí un poco desconfiada ya que nunca me habían gustado las muñecas pero para alegrar a mamá acepté.
Pasaron los días y no la volví a ver hasta que un día mamá volvió de la ciudad con la muñeca en mano, ahora su vestido estaba limpio y su pelo estaba bien peinado y en los agujeros de su cara había 2 ojos celestes, en verdad era una muñeca hermosa y mamá la coloco en la mesita junto a mi cama. seguía produciéndome un poco de temor pero ya con los ojos puestos me tranquilizaba. Esa noche desperté y al buscar un vaso de agua en la mesita note que la muñeca tenia la cabeza girada hacia mi y tenia una especie de sonrisa espantosa y antes de que pudiera decir una palabra escuche un “JUEGA CONMIGO O YA VERAS” seguido de una risa macabra.
Salí corriendo de mi pieza hacia la de mis padres los cuales me tranquilizaron y me fueron a acostar a mi pieza y con esto se llevaron la dichosa muñeca de mi habitación con lo cual me pude volver a dormir. desperté en la mañana en medio de un silencio enorme, no escuchaba a mi mamá preparando el desayuno o a mi papá encender el auto así que salí a buscarlos peor no los encontré por ninguna parte. Al entrar en su habitación vi lo que simplemente me horrorizo! ambos estaban jugando en su cama con la muñeca y ninguno de ellos tenia ojos! las cuencas de sus ojos estaban vacías  al igual que los de aquella muñeca la cual se volteo a mirarme con esos ojos vacíos  Estaba congelada no sabia que hacer y de pronto solo una risa diciendo “te lo dije! ellos jugaran conmigo ahora así que ya no me haces falta…” al decir esto mis padres se voltearon a verme también con sus agujeros negros y comenzaron a reír desquiciadamente, seguido de esto la puerta se cerro de golpe.
salí corriendo de esa casa y no pare hasta llegar a la ciudad en donde nadie ni la policía ni los medios me creyeron… y ahora después de 10 años sigo en este manicomio encerrada sin poder olvidar esa mirada vacía y escuchando aun esas risas desquiciadas… sinceramente siguen sin gustarme las muñecas.

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